La osteoporosis provoca una reducción constante de la densidad ósea. Por tanto, es inevitable que los huesos se vuelvan más delgados y porosos. Como consecuencia, los pacientes sufren fracturas óseas con mayor frecuencia que las personas no afectadas debido al denominado “deterioro estructural”. Para los pacientes con osteoporosis, incluso un pequeño esfuerzo o un ataque de tos pueden causar una fractura ósea. Los huesos que se rompen con mayor frecuencia son los siguientes:
- Vértebras
- Fémur, principalmente cerca de la articulación de la cadera
- Húmero, radio o cúbito
- Pelvis, cadera
- Sacro
- Costillas
- Esternón
Los pacientes que ya han sufrido una fractura tienen un mayor riesgo de sufrir una nueva fractura ósea: en las mujeres, el riesgo casi se duplica; en el caso de los hombres aumenta un 3,5. Estos datos se han notificado en un estudio llevado a cabo por la Universidad de Sídney y el Prof Jacqueline Center en 2007. El primer año después de la fractura es el más peligroso. Es fácil que se produzca otra fractura; incluso el más pequeño esfuerzo puede ser demasiado para la estructura ósea debilitada.
APLICACIÓN CORRECTA DE LOS TRATAMIENTOS
Los pacientes deben ceñirse a los tratamientos prescritos y a las medidas preventivas. Es importante que comprendan y cumplan las instrucciones, las recomendaciones y los detalles que les ha dado el médico encargado del tratamiento. Incluso con osteoporosis, los pacientes pueden seguir con sus rutinas diarias y sus actividades habituales con restricciones limitadas.
DEJE LAS PREOCUPACIONES A UN LADO
No hay necesidad de quedarse en casa. Por un lado, puede estar repleta de riesgos de tropiezo. Estos elementos pueden eliminarse fácilmente y se puede reducir el riesgo de caída, limitando así posibles fracturas óseas posteriores. Por otro lado, las relaciones sociales y el hecho de poder hablar sobre la osteoporosis pueden tener un impacto terapéutico positivo.
Tener algún tipo de distracción y estar en movimiento puede ser de utilidad. Júntese con amigos y familiares y salga a dar un paseo. Respirará aire fresco, tomará un poco el sol y su cuerpo podrá producir más vitamina D. No tiene por qué convertirse en un atleta, pero los paseos moderados pueden tener un impacto positivo en el fortalecimiento de los huesos. Lleve un calzado resistente y ropa cómoda. Lo mejor es elegir caminos llanos y sin obstáculos. Aunque los paseos por el bosque sean preciosos, hay ramas aparentemente invisibles que han derribado al excursionista más experimentado. ¿Ha probado caminar por la orilla del mar o por el parque con amigos o familiares, o por calles sólidas y despejadas? ¡Pruébelo! Es fantástico.
TOMAR TANTO CALCIO COMO SEA NECESARIO, Y REDUCIR AL MÁXIMO EL CONSUMO DE TABACO
El estudio australiano también indicó que el consumo de calcio puede reducir el riesgo de fracturas óseas posteriores. El calcio fortalece los huesos. Es necesario seguir una dieta equilibrada y basada en alimentos frescos y no procesados para garantizar que el organismo tiene cantidades suficientes de calcio y vitaminas. Los adultos necesitan 1000 miligramos al día. Si es necesario, puede tomar comprimidos de calcio con una dosis no demasiado alta (500 miligramos al día) como suplemento. Además, el estudio afirma que el tabaco aumenta el riesgo de fracturas óseas. Si todavía fuma, intente reducir la frecuencia o intente dejarlo por completo. No importa lo duro que pueda resultar, sus huesos lo agradecerán.